"Todo lo que te han dicho es mentira"

domingo, 13 de julio de 2008

De canales, católicos y canales-católicos,

Por Elvis Mariano (Gato Negro)


"Pocos minutos antes de que el programa “Gigantes con Vivi” del día 12 de abril comenzara, alrededor de 20 personas, seguíamos de pie cerca del mesón de recepción de Canal 13. ¿El motivo? La capacidad del estudio había sido rebasada"

Enojados y cansados, esperábamos respuestas esperanzados en la promesa del guardia de seguridad que nos dijo que “alguien tendría que venir” y que, lamentablemente, no es lo mismo que “alguien va a venir".

Pasaban los minutos y nadie salía a contestar nuestras preguntas y, aunque nos manteníamos aún cuerdos y ordenados, la paciencia comenzaba a acabarse en las filas de personas que habían tenido que recorrer grandes distancias para legar a los estudios del “canal católico”. Y las puertas de servicio se abrían y se cerraban para periodistas acreditados e invitados “mejores” que la turba a la que se le había negado el acceso. Los guardias, al otro lado del límite entre nosotros y la heredera de Kreutzberger insistían en que “no tenían la culpa”, que “el canal no era responsable”, que “seguían órdenes” y que toda la culpa –pero toda la culpa- recaía en la desorganización de la productora externa: Caos Producciones.

Y seguimos ahí esperando respuestas, viendo a los miembros de “prensa” entrar y salir con sus cámaras a placer, mientras nosotros los supuestos “invitados” seguíamos a merced de sujetos ausentes. Entonces, comenzó el verdadero “Caos”.
Alentados por la falta de respuestas, el tiempo transcurrido y los rostros de decepción que abundaban, caminamos hasta el guardia con un “ultimátum".
-Señor, sabemos que no tiene nada que ver con la producción del programa, pero si no llama a alguien que nos pueda responder por esto vamos a tener que tomar medidas.

Y otra vez nos volvió a dar el discurso de la productora externa” y la “no responsabilidad de Canal 13” en el asunto. Pero ¿Qué decía la invitación que cada uno de nosotros llevaba en el bolsillo?
Cito: La Pontificia Universidad Católica de Chile, Canal 13, tiene el agrado de invitar a Usted a presenciar su Programa ‘GIGANTES CON VIVI’ Conducido por Vivi Kreutzberger a realizarse en canal 13, ubicado en Inés Matte Urrejola 0848, Providencia – Santiago. (…) Confirmar asistencia al: 750 3300”.
Entonces la duda era, en ese momento ¿Por qué, si confirmamos nuestra asistencia al teléfono indicado y muchos hicieron una larga fila para entrar, no estábamos viendo a la Vivi? ¿Dónde entraba en juego la productora Caos que tan bien hizo gala de su nombre? ¿Y por qué no era mencionada en la entrada? ¿Cómo pudieron admitir más personas si habían superado el número de confirmaciones?

Y cuando pensábamos que todas las interrogantes quedarían en el aire y que tendríamos que volver a casa totalmente decepcionados apareció un “representante” de Caos Producciones para confirmarlo. Agolpados en donde estábamos, perdiendo la calma con la que habíamos llegado y con la que habíamos sido rechazados, nos vimos obligados a forzar un poco las cosas, pues el individuo trataba infructuosamente de buscar su credencial que “extrañamente” no aparecía. Y cansados de esperarlo, cruzamos la línea divisora y no nos detuvimos ante sus exclamaciones de “¡Seguridad! ¿Dónde está seguridad?” y a fuerza de multitud, le ofrecimos amablemente: “Usted sale a hablar o nosotros entramos. Usted elige".

El supuesto representante –que no llevaba identificación alguna y que extrañamente no quiso mencionar su nombre- dijo comprendernos, estar muy avergonzado y no compartir la decisión de no dejarnos entrar. Pero (sí, pero…), los señores de Prevención de riesgos habían dicho que más personas en el estudio podría resultar peligroso. Completamente entendible ¿Pero quién nos compensaba a nosotros el tiempo perdido, la bencina gastada, el dinero del taxi y la decepción? Al parecer, en palabras del sujeto en cuestión: “nadie”.

Entonces se lo exigimos, le pedimos respuestas y una compensación y él, nuestro “amigo productor”, se ofreció a firmar nuestras entradas para que pudiéramos entrar primeros al próximo show (probablemente dejando afuera a otras personas que estarían en nuestros zapatos en la próxima edición). Pero ¿Qué nos aseguraba que sería así? ¿Quién era él? Para nuestra sorpresa el supuesto representante resultó ser nada más que un asistente en un área indeterminada de la productora, un asistente con bastantes malas pulgas que finalmente nos remató con un “tómelo o déjenlo”. Y mientras los guardias de seguridad nos miraban sonrientes, y nuestra ira llegaba al tope de lo humano le dediqué unas hermosas palabras. Algo parecido a lo siguiente:
“Mire, caballero, a mí no me importa la bencina porque puedo pagármela, pero hay gente aquí a la que no le sobra el dinero y a la que ustedes les hicieron perder su tiempo y probablemente una alta suma para costearse un taxi. Usted no es quién para darnos ultimátum y si piensa que puede venir aquí a no responder nuestras dudas y no ofrecernos nada, si no le importa toda esta gente, es usted una escoria de persona. Con mucho respeto”. Y algo avergonzado el individuo se marchó, y no volvió a aparecer.

¿Respondió Canal 13 a su “publicidad engañosa”? ¿Asumió su error? ¿Compensó Caos Producciones a las víctimas de su irresponsabilidad? ¿Respondieron razonablemente a nuestras dudas? ¿Nos retribuyeron nuestro tiempo, bencina, dinero y expectativa?
Todas estas preguntas pueden responderse con un gran y rotundo No.
Canal 13, el canal de la Pontificia Universidad Católica, el de las campañas solidarias y la “buena onda”, jugó con nosotros cual pelotas, no se hizo responsable y dejó a un grupo de personas –muchas de las cuales no tenían grandes medios para costearse el “viajecito” al canal- con la puerta cerrada en sus narices.

Eso dice mucho más de ellos que sus campañas publicitarias. ¡Amén!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te salvan de ver a la Vivi y mas encima alegas