Hace un tiempo una noticia me sobresaltó de sobremanera. "Ganaste el sorteo!", me dijeron y yo no tenía idea a lo que se referían.
Nunca he tenido suerte en los juegos de azar, la última vez que juegué al Kino gané absolutamente nada -de hecho, fue una derrota bastante patética- y las rifas suelen ser más por compromiso que por otra cosa. Digamos que la dama suerte no es muy amiga mía.
Pero por lo que el teléfono me contaba, esta vez yo era un ganador, había ganado un sorteo: el sorteo del Servicio Militar Obligatorio.
Pero por lo que el teléfono me contaba, esta vez yo era un ganador, había ganado un sorteo: el sorteo del Servicio Militar Obligatorio.
Y empecé a colapsar, me inventé razones por las que no terminaría engrosando las filas de ese bello ejército zombie, de esos muchachos rapados vestidos de verde, pero ninguna era válida. ¿Salud física?, no, soy gordo y fumador pero eso no te quita a los milicos de encima. ¿Salud Mental?, tampoco, puede que esté algo desequilibrado, pero la depresión se fue hace tiempo de mi vida. No estoy casado, no soy sustento familiar y no tengo parientes que hayan sido azotados por los crímenes de la dictadura. Casi me hago Testigo de Jehova, porque oí que ellos no hacen el servicio, pero mi arraigado ateísmo me lo impidió.
Así que ahí me quedé yo, solito y temiendo en convertirme en un zombie al servicio de una patria que no necesita ser defendido. Porque seamos honestos, el último conflicto armado de Chile fue en 1884 y durante el casi enfrentamiento con Argentina en 1978, estabamos muertos de miedo con un ejército deficiente en casi todo sentido. Y ¿Qué podrái suceder? ¿Guerra con Bolivia por la salida al mar? ¿Guerra con Perú por nuestra creciente xenofobia? ¿Invasión estadounidense? ¿La segunda venida del Mesias?
Por favor, seamos realistas, los ejércitos están volviéndose inútiles en zonas pacíficas como esta, son solo símbolo de soberanía y pérdida de fondos estatales. Son el emblema de algo que fue y que ahora no nos salvaría del verdadero peligro: El Imperialismo creciente del hemisferio norte.
Y ¿Qué hacen los zombies?
Se dedican a proteger sus propios complejos militares, sus piscinas y sus condominios, sus bases y sus vehículos de guerra. Se entrenana para conflictos que no ocurren ni ocurrirán, se divierten en fiestas para militares, con sus hospitales para militares y sus casas para militares en complejos para militares protegidos por militares.
Por esta razón, yo no quería formar parte de un ejército de zombies, no quiero aprender a matar gente sin sentido (si es que matar llegase a tener algún sentido alguna vez), no quiero lamerle las botas a nadie, ni ser gritoniado pro un zombie decrépito y enojón, no quiero ser un casi-nazi, no quería que los zombies me cortaran el pelo y me comieran el cerebro para convertirme en uno de ellos, no quiero ser zombie. NO QUIERO SER ZOMBIEEEEEEEEE!!!!
Actualmente, tengo mis papeles al día y al terminar mi carrera tendré que prestar servicios a las Fuerzas Armadas. ¿Cómo un cineasta podría ayudar al ejercito?
Me imagino que con una buena película de zombies.
Zombie Self Defense Force (2006)
Zonbi Jieitai
Dir: Naoyuki Tomomatsu
Japonés, Color.
Zonbi Jieitai
Dir: Naoyuki Tomomatsu
Japonés, Color.
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