¡Sal y azucar!
Dicen por ahí las lenguas más varoniles que si escuchas a Kevin Johansen hay dos opciones: eres mujer o se te cayó el falo. Y la verdad, es bien probable, ya que, luego de aprobar la primera canción, algo escuché caer entre mis piernas. Sin embargo, con prejuicio de afeminado, homosexual y lo que gusten los vapuleadores verbales de turno, yo defiendo con garras y dientes a Kevin.
Empezar a hablar de Johansen nos presenta un camino relativamente extenso y de sobre manera interesante. Si bien es definido “oficialmente” cómo solista trabaja con la banda “The Nada” – juego de palabras entre “De nada” y la voz inglesa The, es decir, “La nada” – Grupo bastante versátil que trabaja las tendencias del Bossa Nova, el tango, la milonga, la salsa, el rock y el funk. Es de esta versatilidad musical que nace la gracia de Kevin Johansen. En sus canciones, que si bien logran reconocerse en una tendencia general, siempre hay influencias de distintos estilos. A esta peripecia estilística se suma la voz y el carisma de Kevin, cuyo tono característico, grave y varonil, le ha sumado el beneplácito de las féminas, además de variados prejuicios de los que he sido víctima. Sin embargo, no solo su voz es merito, sino que además el manejo de diversos idiomas – español, francés e inglés - agrega un tercer elemento a la mezcla que hacen que cada canción suene distinta a la anterior, novedosa, que cada disco sorprenda más y más.
Las letras de sus canciones tocan los más diversos temas, desde el amor, pasando por historias urbanas hasta creaciones que definen muy bien el carácter latinoamericano contemporáneo. Cómo mencioné anteriormente la discografía de Kevin Johansen y The Nada no alcanza en extensión lo que alcanza en calidad, sin embargo, basta y sobra. Son cuatro los discos en su haber, The Nada, Sur o no Sur, City Zen y la más reciente entrega, Logo. Todas ampliamente recomendadas para el disfrute, cómo ya dije, tanto en variedad sonora cómo en la calidad, sea ya de las letras o de las melodías.
La biografia de Kevin se escribe en inglés y español. Hijo de padre estadounidense y madre argentina, nace en Alaska, para luego mudarse a Nueva York y por ultimo a Buenos Aires a la edad de 12 años. En los ochentas tiene su primera aparición musical con la banda Instrucción Cívica, para luego desaparecer hasta su encuentro con The Nada. De sus fuertes y variadas influencias melódicas poco se sabe, y de su persona quizás lo más acertado sea decir que es un gringo patagónico, o patagón agringolante. En fin, una “visita obligada” en sus modernos personal stereo.
Afálicamente, Junio.
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Kevin Johansen - Desde que te perdí
1 comentario:
El kumpa es trans.
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